sábado, 10 de enero de 2015

DIA 8 Melide - Santa Irene 31km


En marcha de nuevo una vez mas con la compañía de la noche, aunque no era el único, conforme pase de Sarria el numero de peregrinos se multiplico por 2 y la noche se iba llenando de linternas, según me contaron este ha sido unos de los años con mas peregrinos.
Por esta zona los hórreos eran muy abundantes y algunos
bastante antiguos .Yo me encontraba fenomenal, conforme mas andaba mas fuerza tenia y el tobillo me dolía menos gracias a los antiinflamatorios para la torcedura, aunque no se curó y todavía me hacia cojear de vez en cuando. Se notaba bastante el cambio de la flora y los bosques eran
cada vez menos frondosos aunque destacaban por su altura, enormes robles y castaños de mas de 20 m te observan en silencio desde arriba como un mudo testigo de lo que fue y será al camino de Santiago.


Un bicho palo, estaba muy chulo y me quede con ganas de llevármelo

Una babosa típica del norte en el camino te hinchas a verlas, de lejos parece otra cosa

Me sorprendió encontrar en la valla de una casa unas paleras algo mas bien del paisaje del secano
 


Esta tierra tiene el agua por castigo, hay que ver la cantidad de riachuelos que hay por todas partes


Por Arzúa, donde se unen el camino francés y el del norte, me encontré con mi colega de Barcelona y almorcé con el. Le comente que no sabía hasta donde iría, si encontraba algo en Santa Irene me quedaría allí y si no a Pedrouzo, el lo tenía claro sabía que dormiría en el pabellón de Pedrouzo y por eso iba si prisa y que allí había quedado con las chicas de Santomera, que por cierto hacia 15 minutos que habían pasado por alli, me animo a que llegara hasta allí y le dije que lo mas probable es que allí nos veríamos.
Seguí mi marcha y me encontré con unos peregrinos que llevaban un perro, pero este perro era un autentico peregrino, con su concha, sus sellos y su botellín que llevaba el mismo, una chulada. El perro iba súper feliz y por mucho que bebiera no daba a basto con tanto árbol.


A unos 5 km de Santa Irene conocí a una familia, un padre con su hija de Badajoz y su cuñado y su hijo de Jaén, hicimos buenas migas sobre todo con el de Badajoz que me parece que era coronel. Todos eran veteranos del camino, el que mas era su novena vez y el que menos, el zagal de Jaén era su cuarta vez con 12 años, su tío le decía que era un flojo y que no se hacia 40 km, claro en una de las etapas anteriores solo se hizo 38 km.
Levábamos 2 días haciendo las mismas etapas, ayer estuvieron en Melide en el alberge y antes de ayer en Vendas de Narón pero en el otro alberge.
Cuando llagamos al alberge hablaron con la dueña para que en la habitación de los 4 echaran un colchón en el suelo y allí me quede, que suerte tuve llevaba 31 km y andar otros 3 me hubiera reventado.
Eran buena gente y me acogieron como uno mas.
Por la noche después de cenar estuvimos viendo le lluvia de meteoritos mientras escuchamos a los búhos, vamos una maravilla de noche.